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Ya en Otoño...

Parece mentira pero lo único que pasa es el tiempo... Y lo único que se queda es el Gran Poder...

Queridos lectores... (pocos, pero haberlos haylos) siento la vagueza inusitada por tildarlo de algún modo que suscita en mí el escribir en el blog...

Mis ocupaciones además de ser varias son bastante poco compaginables con el mantenimiento de la bitácora...

Trabajar y estudiar en la Universidad son dos puntos que a lo largo de la vida del blog he tratado con mucho mimo. Ahora, estoy donde quiero estar...

Del mismo modo sería de ser poco agradecido el abandono en el que os tengo, por ello, os aviso que pronto volveré con más pensamientos, más rutinas, y más inquietudes... Pronto...

Os echo de menos... Un saludo a todos...

Pd: Gracias por haberme hecho alcanzar las 9000 visitas... Es un honor...

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Londres

El Árbol de los Amigos...

La vida es como un río... quizás eso lo dé por hecho todo el mundo... quizás sea yo el extraño o el raro que la vea como un parque, un parque frondoso y lleno de árboles en el que un árbol trata de cada cosa, y otro de otra muy distinta... Hoy me he fijado en el árbol de los amigos, y he recapacitado sobre éste árbol, que siendo uno de los más grandes de mi parque, tiene muchas hojas de un color y otras de otro. Yo soy el tronco (sin afán de protagonismo), y hay diversas formas de ser amigo. Hay amigos que los llevas tan pegado al corazón, que forman una parte indisoluble de ti... Son unas ramas que salen del tronco, que ayudan a sostener la copa, cuando se acercan los días de viento, o las grandes lluvias. Son poco más que los dedos de mi mano, pero si ellos no estuvieran, éste tronco que les habla, sería más bien un hierbajo... Hay, otros amigos que salen de éstas ramas, son las ramitas, a los que quizás no veo en meses o en años, pero que siempre están ahí, y con 5 minutos...

Negro... Tiniebla... Y Morado...

El tacto... El futuro y el pasado. La vigilia y el sueño. La juventud y la vejez. El incienso y la mirra. El blanco y el negro. La nana y el réquiem. La Fe y la Esperanza. El Amor. El tacto de querer tocar y dar vida. El tacto de una lágrima corriendo despavorida por la mejilla doliente. La Caridad y la Piedad... El Silencio y la espera... Todo y nada, "in ictv oculi", en un abrir y cerrar los ojos... El Rey de la Tremenda Majestad... El cielo y la tierra. El temor y la angustia... Un patio frío, centenares de capas negras, un entierro... Un último cortejo fúnebre... El todo en una foto, el todo en una descripción... Enfila ya Doña María Coronel, enjuto en su silencio y en su discurrir... Como desde antaño. Como siempre... Y ésa mano, sigue posada en el cuerpo muerto, en el cuerpo de la Vida.