He de decirte que estoy enamorado...
De tu corta piel...
De tu craneo...
Loco por tus huesos blancos encalados...
Que no pienso en otra cosa que verte,
pedirte que me quieras,
desear que te quedes...
Porque contigo y sin tí,
lo que me queda es la muerte...
El tiempo te ha tratado mal,
yo aun así, te quiero...
Como a tu húmero querría,
un gran puchero...
El aire se pasea altivo entre tus costillas,
el ya sabe que son presa de la maravilla,
y que ardo en deseos,
y mis manos posar,
en tu espina escapular...
Comentarios