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La curva del Descanso...

Hay muchas esquinas de su rostro que no me dejan estar impasible... Hay recodos eficaces, y muchas miradas de Domingo...

Me encantaría observar desde su planta todas las miradas que se encaminan hacia éste rostro.

Lo que estáis viendo es un trozo de madera, es un muñeco, es una figura, una escultura, un trozo de materia... Un totem, un ídolo...

Un objeto, un bien mueble...



Y ahora, viene la palabra clave. Pero...

En ésos ojos que se cierran, se encuentra una mirada como nunca hubo, ni habrá otra más. En ésos labios que se abren espasmódicamente para dejar salir un último aliento de lo que otrora fuera vida, se cobijaron las palabras de un sabio profeta... En ésa nariz, se acentúa lo afilado de la muerte... Finalmente, el "pero" termina... En ésas cejas se arquea una palabra rotunda, breve y clara... Amor...

Mira la foto... cada uno tiene un "pero"... Lo bonito es encontrarlo, en el rostro de éste hombre, en el rostro de éste muñeco...

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Londres

El Árbol de los Amigos...

La vida es como un río... quizás eso lo dé por hecho todo el mundo... quizás sea yo el extraño o el raro que la vea como un parque, un parque frondoso y lleno de árboles en el que un árbol trata de cada cosa, y otro de otra muy distinta... Hoy me he fijado en el árbol de los amigos, y he recapacitado sobre éste árbol, que siendo uno de los más grandes de mi parque, tiene muchas hojas de un color y otras de otro. Yo soy el tronco (sin afán de protagonismo), y hay diversas formas de ser amigo. Hay amigos que los llevas tan pegado al corazón, que forman una parte indisoluble de ti... Son unas ramas que salen del tronco, que ayudan a sostener la copa, cuando se acercan los días de viento, o las grandes lluvias. Son poco más que los dedos de mi mano, pero si ellos no estuvieran, éste tronco que les habla, sería más bien un hierbajo... Hay, otros amigos que salen de éstas ramas, son las ramitas, a los que quizás no veo en meses o en años, pero que siempre están ahí, y con 5 minutos...

Negro... Tiniebla... Y Morado...

El tacto... El futuro y el pasado. La vigilia y el sueño. La juventud y la vejez. El incienso y la mirra. El blanco y el negro. La nana y el réquiem. La Fe y la Esperanza. El Amor. El tacto de querer tocar y dar vida. El tacto de una lágrima corriendo despavorida por la mejilla doliente. La Caridad y la Piedad... El Silencio y la espera... Todo y nada, "in ictv oculi", en un abrir y cerrar los ojos... El Rey de la Tremenda Majestad... El cielo y la tierra. El temor y la angustia... Un patio frío, centenares de capas negras, un entierro... Un último cortejo fúnebre... El todo en una foto, el todo en una descripción... Enfila ya Doña María Coronel, enjuto en su silencio y en su discurrir... Como desde antaño. Como siempre... Y ésa mano, sigue posada en el cuerpo muerto, en el cuerpo de la Vida.