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Hundiendo la Rodilla...

El descrédito, y el arrastrarse sin ideas por el campo es nuestra forma de ser... Los años dorados de nuestro fútbol solo quedan en las fotos de una repisa que cada vez coge más polvo...

Ni somos ni la sombra de lo que fuimos... y por éste camino no lo vamos a volver a ser en otros 107 años...

Puede que la culpa sea nuestra. Pero quiero desechar ésta idea... cualquiera de nosotros que sienta el escudo grabado a fuego en el pecho, moriría antes que ver al Sevilla dejarse ganar de éstas maneras... Hasta el más anciano de nuestra legendaria afición merecería más respeto vestido de corto que cualquiera de los asalariados que juegan a la desgana en la tierra santa del Sánchez Pizjuán...


Puede que sea culpa de los jugadores... Y es algo que no me cabe en la cabeza... Un jugador de fútbol tiene el carisma para saber que quiere salir a ganar cualquier partido... Podrán hacer más o menos... Podrán ser más o menos limitados... Pero siempre quieren ganar...

La culpabilidad por trascendencia, concurre en los asientos con cojín y acolchados de la Tierra Santa (el Sánchez Pizjuán)... Primero y fundamental, todavía no hemos encontrado al psicólogo (véase entrenador) que nos saque de la depresión en la que andamos sumidos todos desde el desastre de Antonio Puerta... Es aquí donde comenzó el declive...

Ni entrenador... Ni el presidente... No quiero a un corruptopresidente en mi club... Me resulta curiosamente vergonzoso que todos alaben a un imputado (con presunción de inocencia) y lo sigan manteniendo en la planta noble...

Y personalmente, prefiero tener 10 millones de déficit, fichar a un entrenador y a un delantero de GARANTÍAS, y que nos deje al equipo en Champions League, donde recuperaremos ése déficit para convertirlo en superávit... 

Quien no arriesga no gana... No se trata de ser como el Patético, o como los Valientes Valencianos... Pero un poco de riesgo nos sacaría de ésta y nos devolvería a las horas grandes de las bufandas blancas y rojas...

Ambición, perseverancia y constancia...

"En el momento en el que se deja de luchar por lo que se quiere, es cuando uno está preparado para entregar hasta la vergüenza de no saber vencer..."

Lo dicho, HASTA LA MUERTE!

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