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La Antagonista...

Sentada espera releyendo su papel... En éstas tardes oscuras de lluvia se hace fuerte por canija que ella esté...
Se levanta de su ingrávida reposadera, y aprende el guión que no esta escrito... El Guión de lo pasado, de lo presente y de lo futuro...

Ella ya sabe el final, como todas las mujeres... Por saber sabe hasta el final de Arrayán... Por saber sabe, que volverá vencida a su reposadera ingrávida y translatoria, para cuidar del Doberman de escamas y con la manzana en la boca...

Para éso está... Aun así, la veo pensativa y sonriente... como si no tuviera que aprenderse el guión de lo establecido... Las guerras del bien y del mal... los ángeles subidos y los ángeles caídos...

Ella ya sabe donde está su sitio... y sentada espera... Sonriente, paciente y pese a las apariencias, engordada por su orgullo mortecino...

Será que sonríe porque sabe que en el fondo a pesar del yuyu la queremos... Y nos gusta verla... Será que sonríe porque se le pone el tuétano de punta, y esa sonrisa imborrable de saber que se acerca su turno en el teatro de la vida... En el teatro de los sueños... que aprendió a andar como ella...


Tranquila, paciente y rauda cuando se la quiere...  Como la Semana Santa...

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La vida es como un río... quizás eso lo dé por hecho todo el mundo... quizás sea yo el extraño o el raro que la vea como un parque, un parque frondoso y lleno de árboles en el que un árbol trata de cada cosa, y otro de otra muy distinta... Hoy me he fijado en el árbol de los amigos, y he recapacitado sobre éste árbol, que siendo uno de los más grandes de mi parque, tiene muchas hojas de un color y otras de otro. Yo soy el tronco (sin afán de protagonismo), y hay diversas formas de ser amigo. Hay amigos que los llevas tan pegado al corazón, que forman una parte indisoluble de ti... Son unas ramas que salen del tronco, que ayudan a sostener la copa, cuando se acercan los días de viento, o las grandes lluvias. Son poco más que los dedos de mi mano, pero si ellos no estuvieran, éste tronco que les habla, sería más bien un hierbajo... Hay, otros amigos que salen de éstas ramas, son las ramitas, a los que quizás no veo en meses o en años, pero que siempre están ahí, y con 5 minutos...

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