Ayer leí en el periódico algo que me dejó un poco trastocado, sin sentido, y profundamente malhumorado.
Un hombre echa de "su" casa a sus padres octogenarios, para vender el piso que compraron sus padres, y que él mismo les recompró, poniéndo a su nombre las escrituras, y estafando a sus padres.
La pareja, ingresarán pronto en una residencia geriátrica puesto que necesitan de cuidados específicos, pero nadie les consultó si querían marcharse de su casa. El hombre tiene un 100% de invalidez, y su mujer tiene casi un 75%.
El hijo de los afectados no ha echo declaraciones y lo ha dejado todo en manos de su abogada, quien ha desmentido la estafa que denuncian los octogenarios, y en adicción ha dicho que los padres no pagaban por residir en su domicilio...
No sé, que es lo que os parece, pero a mí me da vergüenza, incluso utilizar la palabra desfachatez para tildar lo ocurrido. Hay que tener muy poca hombría, y ningún amor para echar a tus padres de su casa, cuando ellos te lo dieron todo, para que pudieras hacer tu vida, y llegar a ser un hombre. Algo que ha quedado bastante claro, que no es, porque eso no lo hace una persona consecuente.
No sé si será a causa de la crisis, o de que éste "señor" carece de prejuicios, pero la realidad es que cuesta encontrar motivos tangibles y efectivos para hacer lo que ha hecho. Sin palabras.
Ojalá sus hijos le hagan en su día lo mismo, para que se dé cuenta de lo que hizo con sus padres...
"Cría cuervos... y te sacarán hasta los ojos"
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Un hombre echa de "su" casa a sus padres octogenarios, para vender el piso que compraron sus padres, y que él mismo les recompró, poniéndo a su nombre las escrituras, y estafando a sus padres.
La pareja, ingresarán pronto en una residencia geriátrica puesto que necesitan de cuidados específicos, pero nadie les consultó si querían marcharse de su casa. El hombre tiene un 100% de invalidez, y su mujer tiene casi un 75%.
El hijo de los afectados no ha echo declaraciones y lo ha dejado todo en manos de su abogada, quien ha desmentido la estafa que denuncian los octogenarios, y en adicción ha dicho que los padres no pagaban por residir en su domicilio...
No sé, que es lo que os parece, pero a mí me da vergüenza, incluso utilizar la palabra desfachatez para tildar lo ocurrido. Hay que tener muy poca hombría, y ningún amor para echar a tus padres de su casa, cuando ellos te lo dieron todo, para que pudieras hacer tu vida, y llegar a ser un hombre. Algo que ha quedado bastante claro, que no es, porque eso no lo hace una persona consecuente.
No sé si será a causa de la crisis, o de que éste "señor" carece de prejuicios, pero la realidad es que cuesta encontrar motivos tangibles y efectivos para hacer lo que ha hecho. Sin palabras.
Ojalá sus hijos le hagan en su día lo mismo, para que se dé cuenta de lo que hizo con sus padres...
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