Aquí va todo aquello que, esperemos que no se repita: -La falta continua de educación de los Sevillanos. Y el falso convencionalismo de que es propiedad aquello que se pisa. Ni somos Atila, ni somos Hunos. Pero tenemos la misma educación que ellos. Pasar de una calle a otra se convierte cada vez más en una dificultad añadida. Y considero que la culpa de todo ésto no la tienen las Chinosillitas (las cuales he usado muchos años), la tienen los sevillanos, que reitero, que somos muy maleducados. La solución de las Sillas está en publicar las zonas donde se pueden usar y las zonas en las que no. Ni cruces, ni bocacalles, ni espacios de alta saturación. Más claro imposible. -Los comepipas. Que ayudan a que la penitencia de muchos nazarenos se incremente gracias a las cáscaras de los frutos secos. Señor, coja usted una bolsita y deposite dentro los desechos y su poca vergüenza. -La basura que dejamos a nuestro paso. Pasar por las calles por donde acaba de pasar una cofradía es sinó...