Cuando se cierran los portones de Omniun Sanctorum y la Magdalena, hay algo que dormita en sendas plazas... Hay una noche apaciguada y dormida presta a volver pronto... Es ese fresco que no molesta, y el olor que quiere volver a ser el olor que impera... Es esa misma cosa la que entró entre las fibras de su alma, para quedarse por un tiempo... En la lejanía no se ve... Pero ya se la espera... Ya está la Amargura en Besamanos, y por éso digo que ya se la espera... Pronto... Más que tarde...