No se atosiguen al leer el título de la entrada... Antes que nada, pulsen AQUÍ, y lean...
Posteriormente a la lectura del árbol de los Amigos, me dispongo a podar... y a quitar la maleza que ya no es conveniente para proseguir con la vida de éste árbol, que les escribe.
Los que me conocen verdaderamente saben como soy, saben de mi carácter y de la importancia que tienen hasta los más pequeños detalles para mí... Tómenlo como un defecto, o como una enfermedad, o quizás, (quien sabe) como una virtud.
He recibido un regalo (no sé si calificarlo así) antes de mi cumpleaños... He recibido tres llamadas distintas en la noche de ayer...
Dichas llamadas vienen en consecuencia de mis opiniones publicadas en las redes sociales (Twitter, Facebook, etc...). Es lógico que la gente no opine de mi manera, igualmente lógico que no las comparta, pero, lo que no es lógico es llamar "broma" a recibir tres llamadas desde "número privado", y descalificarme de muchas maneras que, lógicamente no voy a versar aquí, desacreditar a mi familia, y amenazarme.
Lo curioso de ésto no va más allá... Las llamadas me las realizó una persona que ya me había descalificado vía Twitter, y estaba acompañado de mis amigos, que a su vez son también amigos suyos, que fueron quienes les dieron mi número de teléfono para realizar las "sustanciosas" llamadas.
Con la excusa de jugar una "timbita" de póker, y pasar una noche animada de alcohol y fiesta se dispusieron todos, y parece que consiguieron su cometido, que era pasárselo bien.
La consecuencia es clara...
Aunque "mis" amigos han dicho (no a mí personalmente, porque ni para éso hay reaños) que no fueron "partícipes" de la broma, estaban presentes en el momento, y a todo seguro, no hicieron nada por remediarlo.
Incluso siguen manteniendo que "no hay que darle importancia", "que siempre me tomo las cosas muy a pecho", y que "soy muy radical hasta el punto de hacer de una [broma] un altercado como para mosquearse".
Pierdo a un amigo que creía coherente, a otro al que he defendido hasta la extenuación por ser (creía) una de las mejores personas con las que contaba entre mis amigos, y a otro amigo desde la más tierna infancia...
Supongo que pierdo, y que ellos ganan... Pero creo que es lo mejor. Soy radical y drástico, pero soy Leal, Sincero y Coherente con mis actos...
No los acuso de ser o no partícipes, los acuso de ser incoherentes y de tener la poca personalidad de reírse de un amigo, que siempre ha estado para lo que fuera con ellos... Y de encubrir un acto de tan poca hombría...
Lo dicho, un regalo de cumpleaños... Felicitada a través de una llamada telefónica...
Gracias, como siempre me han dicho... "Más vale una colorá, que cien amarillas".
Posteriormente a la lectura del árbol de los Amigos, me dispongo a podar... y a quitar la maleza que ya no es conveniente para proseguir con la vida de éste árbol, que les escribe.
Los que me conocen verdaderamente saben como soy, saben de mi carácter y de la importancia que tienen hasta los más pequeños detalles para mí... Tómenlo como un defecto, o como una enfermedad, o quizás, (quien sabe) como una virtud.
He recibido un regalo (no sé si calificarlo así) antes de mi cumpleaños... He recibido tres llamadas distintas en la noche de ayer...
Dichas llamadas vienen en consecuencia de mis opiniones publicadas en las redes sociales (Twitter, Facebook, etc...). Es lógico que la gente no opine de mi manera, igualmente lógico que no las comparta, pero, lo que no es lógico es llamar "broma" a recibir tres llamadas desde "número privado", y descalificarme de muchas maneras que, lógicamente no voy a versar aquí, desacreditar a mi familia, y amenazarme.
Lo curioso de ésto no va más allá... Las llamadas me las realizó una persona que ya me había descalificado vía Twitter, y estaba acompañado de mis amigos, que a su vez son también amigos suyos, que fueron quienes les dieron mi número de teléfono para realizar las "sustanciosas" llamadas.
Con la excusa de jugar una "timbita" de póker, y pasar una noche animada de alcohol y fiesta se dispusieron todos, y parece que consiguieron su cometido, que era pasárselo bien.
La consecuencia es clara...
Aunque "mis" amigos han dicho (no a mí personalmente, porque ni para éso hay reaños) que no fueron "partícipes" de la broma, estaban presentes en el momento, y a todo seguro, no hicieron nada por remediarlo.
Incluso siguen manteniendo que "no hay que darle importancia", "que siempre me tomo las cosas muy a pecho", y que "soy muy radical hasta el punto de hacer de una [broma] un altercado como para mosquearse".
Pierdo a un amigo que creía coherente, a otro al que he defendido hasta la extenuación por ser (creía) una de las mejores personas con las que contaba entre mis amigos, y a otro amigo desde la más tierna infancia...
Supongo que pierdo, y que ellos ganan... Pero creo que es lo mejor. Soy radical y drástico, pero soy Leal, Sincero y Coherente con mis actos...
No los acuso de ser o no partícipes, los acuso de ser incoherentes y de tener la poca personalidad de reírse de un amigo, que siempre ha estado para lo que fuera con ellos... Y de encubrir un acto de tan poca hombría...
Lo dicho, un regalo de cumpleaños... Felicitada a través de una llamada telefónica...
Gracias, como siempre me han dicho... "Más vale una colorá, que cien amarillas".
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