Hoy ha sido un día distinto... Diferente a los que llevo viviendo desde hará un mes, que me cortaron el grifo del trabajo. Desde entonces, mi vida ha caído en la monotonía de todos los días... Con la única variable del tiempo.
Además parece que será así como voy a cerrar el 2011, un año que se quedará en mis anales para la posteridad... Pero como diría alguien, ésa, es otra historia...
Mi dejadez manifiesta me ha llevado a arreglarme no demasiado, y dejar el traje de los Domingos de Ramos guardado en su plástico de unos antiguos almacenes de la Calle Puente y Pellón.
Con bastante celeridad he enfilado la ronda histórica y por San Fernando, y Jardines de Cristina he llegado al Puente de San Telmo. Allí por Plaza de Cuba y Betis, he llegado a Troya y de ahí a Pureza.
Para de contar. Me he adentrado en ésa casa encalada, y allí en el centro estaba ella. Era como un acerico que recoge todas los alfileres, que a la metáfora, eran las miradas que estaban inmersas en una nube de incienso y plegarias...
Lágrimas han salido de mi corazón... Y oraciones de mi boca cerrada. Solo era mi mirada contra la suya... En un duelo que más quisiera para sí todos los carácteres bélicos del mundo...
En éste duelo solo había amor...
-¿Hola muchacha? Estás magnífica... Te echaba de menos... Sé que debería haber venido antes... No solo cuando necesitara de tí... Pero no he podido... Solo espero que pronto pueda alcanzar desde el abismo ésa mano que me tiendes... Te quiero...
-Dios te salve Esperanza, llena eres de hermosura, mi amor es contigo, Bendito el semblante que muestra tu mirada, así como bendito consuelo me llevo en el corazón... Santa María, madre nuestra, ruega por nosotros navegantes de una crisis infinita, ahora y en la hora... de nuestro naufragio, Amén...
De vuelta a casa, corregí el rumbo... Y fui a la huerta... A la frontera de la Vieja y de la Nueva Sevilla...
Allí entre sus murallas me quedé en el Arco, y del Arco al Atrio... Y del Atrio a lo más profundo del sentimiento de cualquier Sevillano, de a Pie...
-Hola Macarena... Vengo tarde... Pero más vale tarde... Decirte de tu hermosura, es cosa vana... Solo me bastan las miradas de éstos que me rodean... Acuérdate de Alejandra, de sus abuelos, que aunque no conocen la grandeza del padre, cada vez que terminan sus sueños, despiertan con una foto tuya, con la bandera de la República. Acuérdate de mis padres... De mi hermano... De Javi, y Gracita... De Juan Carlos y de su padre... De todos los que llevo en el bolsillo de mi cariño... Y de los que no. Deja caer de tu mano la bondad y la esperanza para aquellos que no la tienen ahora mismo... Hazles saber que siempre estás... Hazles recordar que nunca te perdieron. Pronto volveré Madre.
-Dios te salve Estrella de la Mañana, llena eres de Bondad, Sevilla está contigo, bendita eres entre todos nosotros, y bendito el aire que osó planear por tus grandiosas mejillas, Santa María y Esperanza Nuestra, ruega por todos nosotros, ahora y en la hora en que debamos partir de tu reino, para que encontremos la gracia infinita de tu rostro. Amén...
Después he vuelto a casa con una sonrisa... Parece que hoy, he encontrado la Esperanza.
Además parece que será así como voy a cerrar el 2011, un año que se quedará en mis anales para la posteridad... Pero como diría alguien, ésa, es otra historia...
Mi dejadez manifiesta me ha llevado a arreglarme no demasiado, y dejar el traje de los Domingos de Ramos guardado en su plástico de unos antiguos almacenes de la Calle Puente y Pellón.
Con bastante celeridad he enfilado la ronda histórica y por San Fernando, y Jardines de Cristina he llegado al Puente de San Telmo. Allí por Plaza de Cuba y Betis, he llegado a Troya y de ahí a Pureza.
Para de contar. Me he adentrado en ésa casa encalada, y allí en el centro estaba ella. Era como un acerico que recoge todas los alfileres, que a la metáfora, eran las miradas que estaban inmersas en una nube de incienso y plegarias...
Lágrimas han salido de mi corazón... Y oraciones de mi boca cerrada. Solo era mi mirada contra la suya... En un duelo que más quisiera para sí todos los carácteres bélicos del mundo...
En éste duelo solo había amor...
-¿Hola muchacha? Estás magnífica... Te echaba de menos... Sé que debería haber venido antes... No solo cuando necesitara de tí... Pero no he podido... Solo espero que pronto pueda alcanzar desde el abismo ésa mano que me tiendes... Te quiero...
-Dios te salve Esperanza, llena eres de hermosura, mi amor es contigo, Bendito el semblante que muestra tu mirada, así como bendito consuelo me llevo en el corazón... Santa María, madre nuestra, ruega por nosotros navegantes de una crisis infinita, ahora y en la hora... de nuestro naufragio, Amén...
De vuelta a casa, corregí el rumbo... Y fui a la huerta... A la frontera de la Vieja y de la Nueva Sevilla...
Allí entre sus murallas me quedé en el Arco, y del Arco al Atrio... Y del Atrio a lo más profundo del sentimiento de cualquier Sevillano, de a Pie...
-Hola Macarena... Vengo tarde... Pero más vale tarde... Decirte de tu hermosura, es cosa vana... Solo me bastan las miradas de éstos que me rodean... Acuérdate de Alejandra, de sus abuelos, que aunque no conocen la grandeza del padre, cada vez que terminan sus sueños, despiertan con una foto tuya, con la bandera de la República. Acuérdate de mis padres... De mi hermano... De Javi, y Gracita... De Juan Carlos y de su padre... De todos los que llevo en el bolsillo de mi cariño... Y de los que no. Deja caer de tu mano la bondad y la esperanza para aquellos que no la tienen ahora mismo... Hazles saber que siempre estás... Hazles recordar que nunca te perdieron. Pronto volveré Madre.
-Dios te salve Estrella de la Mañana, llena eres de Bondad, Sevilla está contigo, bendita eres entre todos nosotros, y bendito el aire que osó planear por tus grandiosas mejillas, Santa María y Esperanza Nuestra, ruega por todos nosotros, ahora y en la hora en que debamos partir de tu reino, para que encontremos la gracia infinita de tu rostro. Amén...
Después he vuelto a casa con una sonrisa... Parece que hoy, he encontrado la Esperanza.
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