Sin duda el Lunes Santo fue el día que deparó que la Semana Santa de 2010 no fuera completa. Una Semana Santa sin San Gonzalo para los Sevillanos no es una Semana Santa igual... Y para mí, no es una Semana de la Vida...
Me levanté pronto y fui a por los mandados... Y el cielo y el viento daban un poquito de respeto. Mientras comía, por la televisión vislumbré la salida de Santa Genoveva (gran esfuerzo y considerable el de Giralda tv), y pensé que no habría ningún problema...
Me vestí, llegó Alejandra, y cuando puse un pie en la Calle, empezó a llover. Llegué a San Gonzalo, y nada más bajar del coche puse los pies en un charco, y seguía lloviendo...
Se dice que no se pierde nunca la Esperanza, pero mi Esperanza se diluía como las gotas que en ése momento precipitaban del cielo...
Y pasó lo que tenía que pasar, la Hermandad en un momento de dificultad, supo actuar como debía, y atendiendo a los partes meteorológicos, supo atender antes a sus hermanos e imágenes, que las ansias por realizar el culto externo, y volver entre mareas de aplausos el Domingo de Resurrección...
Es lo que diferencia a una hermandad hecha y derecha, con la Hermandad del Cautivo de San Pablo, y en la persona del Sr. Márquez... Lo sonriente que volvía el Domingo por la calle Venecia... Así que supongo que el Consejo se equivocó al admitir a una hermandad que todavía no está a la altura...
Todo dicho... Sin San Gonzalo, mi Semana Santa se partió por la mitad...
Me levanté pronto y fui a por los mandados... Y el cielo y el viento daban un poquito de respeto. Mientras comía, por la televisión vislumbré la salida de Santa Genoveva (gran esfuerzo y considerable el de Giralda tv), y pensé que no habría ningún problema...
Me vestí, llegó Alejandra, y cuando puse un pie en la Calle, empezó a llover. Llegué a San Gonzalo, y nada más bajar del coche puse los pies en un charco, y seguía lloviendo...
Se dice que no se pierde nunca la Esperanza, pero mi Esperanza se diluía como las gotas que en ése momento precipitaban del cielo...
Y pasó lo que tenía que pasar, la Hermandad en un momento de dificultad, supo actuar como debía, y atendiendo a los partes meteorológicos, supo atender antes a sus hermanos e imágenes, que las ansias por realizar el culto externo, y volver entre mareas de aplausos el Domingo de Resurrección...
Es lo que diferencia a una hermandad hecha y derecha, con la Hermandad del Cautivo de San Pablo, y en la persona del Sr. Márquez... Lo sonriente que volvía el Domingo por la calle Venecia... Así que supongo que el Consejo se equivocó al admitir a una hermandad que todavía no está a la altura...
Todo dicho... Sin San Gonzalo, mi Semana Santa se partió por la mitad...
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