Parecía mentira, pero ha llegado a ser lo normal... Tras incesantes lluvias, inestabilidad, y mal tiempo, las orillas de nuestro río de Historia (pulsa aquí) impulsó sus orillas allá por los bajos del puente, Paseo de la O (ahora Calita de la O), y por los graciosos escalones que vislumbran cada verano de largas tardes, a los mozos que se atreven a dejarse las joyas, en la Cucaña de Triana.
Todo es así, que la Cartuja es Marina d'Or (Ciudad de la Cartuja... "Dígame")...
No sé a donde vamos a llegar, pero a más de uno le veo una mijita más de chepa, y temo con que "digievolucione" a RancioAletitas, (dícese de aquél sevillano, rancio, no de abolengo, que con sus patillas y su varonil (¿?) forma de vestir, le nace unas aletitas en la espaldas, para adaptarse al nuevo medio húmedo de la Sevilla convertida en ciénaga)...
Muchos damos por hecho de que en Semana Santa no lloverá, pero ya tengo la mosca detrás de la oreja, y con flotador... porque la cosa no cambia ni con los modelos meteorológicos. Así que tendré que llevarle huevos a las Clarisas (dicen que las novias que no quieren que llueva el día de su boda lo hacen) (pa' verme a mí con velo), o pedirle a San Pedro, que eche cuenta de las Cabañuelas (como hice el año pasado en mi otro blog, y surtió efecto...).
Ahora un pequeño apartado fotográfico de la ciénaga. Por Javier Cuesta.
Todo es así, que la Cartuja es Marina d'Or (Ciudad de la Cartuja... "Dígame")...
No sé a donde vamos a llegar, pero a más de uno le veo una mijita más de chepa, y temo con que "digievolucione" a RancioAletitas, (dícese de aquél sevillano, rancio, no de abolengo, que con sus patillas y su varonil (¿?) forma de vestir, le nace unas aletitas en la espaldas, para adaptarse al nuevo medio húmedo de la Sevilla convertida en ciénaga)...
Muchos damos por hecho de que en Semana Santa no lloverá, pero ya tengo la mosca detrás de la oreja, y con flotador... porque la cosa no cambia ni con los modelos meteorológicos. Así que tendré que llevarle huevos a las Clarisas (dicen que las novias que no quieren que llueva el día de su boda lo hacen) (pa' verme a mí con velo), o pedirle a San Pedro, que eche cuenta de las Cabañuelas (como hice el año pasado en mi otro blog, y surtió efecto...).
Ahora un pequeño apartado fotográfico de la ciénaga. Por Javier Cuesta.
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