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El Senatus, y casi los Ciriales...

Hoy he ido a ver al Cautivo de san Ildefonso. Tras crecer en San Leandro, todas las cuaresmas el barrio se llenaba de convocatorias de cultos, para un cristo huérfano de Hermandad que lo regente, y con unos cultos muy envidiables.

Continúa su quinario. Rezos, miradas, y el Cautivo sigue allí, como un gran pescador, que echa las redes, en busca de una plegaria necesitada de Salud, o trabajo (muy propio de éstos malos tiempos). Sigue allí, rodeado de la Soledad vestida de hebrea, de la Patrona de los Sastres, y de San Ildefonso... Siempre igual, desde que era pequeño.

A la salida, y matándome un poco más con un cigarro, he paseado por Caballerizas (recordando a San Roque), por Águilas (donde se preparaba la Banda de Cornetas y Tambores "Esencia", que más bien de una banda, parece el nombre de la nueva fragancia de Adolfo Dominguez, o de Nina Ricci).

Y al quid. He llegado a la Plaza de San Agustín. Donde he escuchado por primera vez a los Vencejos (tan socorridos en mis escritos), y sin poder remediarlo, me ha llegado una sonrisa desde dentro. Han llegado sin hacer aspavientos, solo cantando. Es en verdad, el Senatus de la cofradía que Sevilla lleva dentro... La cruz de guía se plantó sin que nos diéramos cuenta con el cambio de la Luz... Ahora nos llega un Senatus PopulusQue Hispalensis, portado por los vencejos... y casi están aquí los ciriales.

Las tablas y los ensambles suenan en San Francisco. Los palcos, como si un castillo de Lego tomara forma, se alzan ante el "Concejo" de nuestra ciudad, y nos recuerdan que ya estamos en el mes de la Pasión.

Ha llegado Marzo. Los ciriales en la esquina... y yo todavía sin querer que vengas. Porque tan pronto que vienes, más pronto te irás...


Pronto...

Pd: Foto de Gregorio Barrera...

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