Ha saltado hoy en 20 minutos una noticia que me ha dejado blanco. Ahora mismo el bidet tiene mejor color que yo. Mientras que en el mundo millones de personas mueren de hambre, mientras en Haití la catástrofe se ceba con los más necesitados, y cada día hay más personas en éste mundo que necesitan de la ayuda de un prójimo, hay una persona que ha muerto solamente con la dignidad de ser fiel a sus principios.
Nada más. Quizás para una persona cualquiera ser fiel a sus principios supere todo lo demás, pero a día de hoy hay cosas más importantes y muchas personas que son más importantes que cualquiera de nuestros principios.
Yendo al tema en cuestión, Juan Ignacio Balada Llabrés ha dejado como testamentarios de su herencia a los Príncipes de Asturias y a los 8 nietos del Rey (equitativamente). Hasta aquí bien.
Lo que no está tan bien es que el valor de la herencia, entre propiedades inmobiliarias, inversiones en Bolsa, y caudal neto (vamos, lo que viene siendo "Cash" para las gentes bien), asciende a "Decenas de Millones de Euros", algo que es lo que me sigue dejando por debajo de mi bidet en el ranking de los más morenitos...
Según el albacea (persona encargada de tutelar los bienes de una persona fallecida, y de que éstos lleguen al herenciado) "el "Sr." Llabrés era un monárquico acérrimo, y tal vez por ello haya querido repartir su herencia de ése modo".
Además también quiere que parte de ése dinero vaya destinado a una Fundación Benéfica gestionada por los Príncipes de Asturias.
Lo único que quiero decir, Sevillanos, es que ya lo dijo Oscar Wilde, "mientras más personas conozco, más quiero a mi perro"...
Nada más. Quizás para una persona cualquiera ser fiel a sus principios supere todo lo demás, pero a día de hoy hay cosas más importantes y muchas personas que son más importantes que cualquiera de nuestros principios.
Yendo al tema en cuestión, Juan Ignacio Balada Llabrés ha dejado como testamentarios de su herencia a los Príncipes de Asturias y a los 8 nietos del Rey (equitativamente). Hasta aquí bien.
Lo que no está tan bien es que el valor de la herencia, entre propiedades inmobiliarias, inversiones en Bolsa, y caudal neto (vamos, lo que viene siendo "Cash" para las gentes bien), asciende a "Decenas de Millones de Euros", algo que es lo que me sigue dejando por debajo de mi bidet en el ranking de los más morenitos...
Según el albacea (persona encargada de tutelar los bienes de una persona fallecida, y de que éstos lleguen al herenciado) "el "Sr." Llabrés era un monárquico acérrimo, y tal vez por ello haya querido repartir su herencia de ése modo".
Además también quiere que parte de ése dinero vaya destinado a una Fundación Benéfica gestionada por los Príncipes de Asturias.
Lo único que quiero decir, Sevillanos, es que ya lo dijo Oscar Wilde, "mientras más personas conozco, más quiero a mi perro"...
Comentarios
Con la de problemas y buenas causas que hay en el mundo para dar dinero...
Un saludo.