Cuando me he levantado hoy, he leído algo que no hubiera querido leer. Una de ésas noticias que son intranscendentes para mucha gente, pero que para mí no lo son.
Un Amigo de Sevilla, se va. El Cardenal Mons. Carlos Amigo Vallejo, deja su sede en la Archidiócesis más importante de España. Al haber cumplido los 75 años, el derecho Canónico legisla que no puede seguir su labor pastoral en "su" ciudad.
Un hombre que llegó a la ciudad sin tener idea de nuestras tradiciones, costumbres y religiosidad popular, se va siendo doctor "Honoris Causa" en todas éstas materias, y siendo ejemplar en sus actos y palabras para con el pueblo sevillano.
Si no he reflejado mi honda pena, y mi pesar, con éstas palabras, lo recalco aún más. Es injusto, que un hombre así deje el Cayado del Rebaño de Sevilla.
Siempre será recordado por muchas coronaciones, por muchas homilías... Pero principalmente, por ser el gran impulsor de la Beatificación y posterior Canonización de nuestra Santa.
Gracias Padre, gracias Arzobispo, gracias Cardenal, y Gracias Amigo... Siempre tendrás Amigos en tu ciudad, Sevilla.
Bienvenido Asenjo, espero que vayas recogiendo más estampas de la Macarena... y no las deseches a tu secretario...
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