Tildar de relación laboral, lo tuyo y lo mío es trágico, a la vez que mentira.
Lo tuyo y lo mío, han sido miradas latentes, de ésas que de vez en cuando se encuentran, y terminan en sonrisa. Lo mío y lo tuyo ha sido un baile pero sin baile.
Una relación de simbiosis en la que si yo pasaba calor en aquella puerta, tú me dabas sombra y cobijo.
En la que si yo pasaba penurias y malos ratos, tú, me guiñabas un ojo y seguíamos "palante".
Tu me dijiste por primera vez aquello de "Si es que, te tengo que queré".
Y yo ahora, desde el exilio del desempleo, y en las colas del paro, te grito desde la lejanía que te quiero.
He soñado despierto a tu lado, Reina Mora. He aprendido cosas nuevas de tu mirada, de tu cintura y de tu cuerpo. Te escuchado enfadada una mañana de Agosto, levantándote ántes de lo previsto. Y me encantas estés como estés...
Seca y caliente, a los estíos del Sol justiciero que te alumbra por Agosto... O mojada y fría, a la intemperie de un extraño día de frío repentino y lluvias de Semana Santa.
Te seguiré buscando entre callejones que siempre van a dar a tus pies, en vez de a Roma.
Sigue allí en las alturas, aguantando ésa palma, que yo seguiré aguantando la pena de no pasar más días a tu lado.
El trabajo, no lo he perdido, me lo han quitado... Pero lo que había entre tú y yo, siempre quedará...
Comentarios